Islas Galápagos: Laboratorio natural para el cambio climático.
Una reciente publicación en la revista científica Nature Climate Change sugiere que las islas Galápagos pueden ser un laboratorio natural ideal para entender esta amenaza global e implementar soluciones innovadoras para afrontarla.
Esta conclusión es el resultado de un taller interdisciplinario llevado a cabo en la Estación Científica Charles Darwin en Puerto Ayora, con la participación de reconocidos expertos mundiales y liderado por científicos de la Fundación Charles Darwin (FCD).
Este taller tuvo como objetivo el desarrollar una agenda de investigación para la adaptación y mitigación del Cambio Climático en la Reserva Marina de Galápagos.
La publicación resalta cómo los ecosistemas de Galápagos han evolucionado a lo largo del tiempo para adaptarse a los eventos climáticos extremos que se presentan durante los fenómenos de El Niño y La Niña.
Sin embargo, el artículo muestra que la intensidad y frecuencia de estos eventos se han visto incrementadas en las últimas décadas debido al impacto del cambio climático. Los efectos negativos de estos eventos en las islas Galápagos se han podido evidenciar de una manera magnificada dado el deterioro de los ecosistemas, principalmente debido al incremento de la presencia humana, a la introducción de especies invasoras y la sobrepesca de los recursos costeros.

"El cambio climático es real y ningún rincón del planeta va a ser inmune a sus impactos. Las Galápagos son un microcosmos en donde se dan muchas de las grandes problemáticas que condicionan al desarrollo sostenible, como la introducción de especies invasoras o la sobrepesca, pero también representan un laboratorio natural ideal para entender los impactos del cambio climático en los ecosistemas y en la sociedad a la vez que permite diseñar soluciones creativas para adaptarse y ser más resilientes al cambio climático", comenta Pelayo Salinas, científico de la FCD y del programa Pristine Seas de la National Geographic Society y quien lideró la publicación.
"Uno de los aspectos críticos de los cambios a los que se ven enfrentados los sistemas naturales y sociales en la actualidad es la escala y la velocidad a la que se producen esos cambios. Esto nos muestra la inminente necesidad de adaptarse, pero no solamente mediante tecnología e innovación. Esa coevolución requiere también de un cambio de paradigma en nuestro entendimiento del mundo y de nuestro rol en él", señala María José Barragán Paladines, directora ejecutiva interina de la FCD.
La publicación concluye haciendo una clara referencia a cómo, las lecciones de Charles Darwin son más relevantes que nunca: "Así como las islas Galápagos capturaron la atención del mundo después de la visita de Charles hace más de 180 años, pueden de nuevo inspirar e informar la respuesta de la comunidad global al incremento de los extremos ambientales".
Además, se indica que el "enfoque darwiniano de los procesos evolutivos naturales tiene que ser expandido para promover una co-evolución consciente de los socio-ecosistemas resilientes. En el fondo, el no embarcarse en este proceso co-evolutivo para abordar la problemática global del cambio climático, sería ignorar la lección fundamental de Darwin que menciona que el cambio es inevitable, y sólo los organismos que mejor se adapten sobrevivirán. De hecho, la teoría de la selección natural de Darwin también demuestra que los supervivientes, si se adaptan bien, pueden emerger más fuertes que antes".